Me formé como Maestra de Registros Akáshicos en 2016 y desde entonces hago lecturas individuales. Al tiempo, guiada por el deseo de que todas las personas puedan conectar con su sabiduría interior por sus propios medios, comencé a enseñar a otr@s a leer Registros, primero de forma individual y luego grupal.
Antes de todo esto, yo tenía una vida con un futuro “convencional”.
Hasta que un día me animé a ir en contra de lo que se esperaba de mí, y así descubrí mi propósito: acompañar a mujeres a animarse a ser… lo que quieran ser.
Me enamoré de la herramienta y sentí que era lo mío. Brindarme para que otr@s conecten con su esencia surgió como una necesidad propia, de acompañar desde la espiritualidad, de expandir mi mirada acerca de que el mundo puede ser más bello si lo miramos con otros ojos.
Mi camino espiritual comenzó asistiendo a un grupo de meditaciones grupales, algo que me gustó tanto, tanto, que repetía cada noche en mi habitación.
En una meditación recibí el mensaje de que mi propósito era enseñar y transmitir.
El problema, en ese entonces, era que no sabía qué, ni cómo, ni a quién; pero aferrarme a la espiritualidad y aprender a CONFIAR en el proceso fue clave para que HOY se manifieste este presente, tal y como es.
Guiada por mis valores, me mudé a San Martin de los Andes para vivir en mayor contacto con la naturaleza.
Me gusta (cuando lo logro) habitar el silencio. Tomar un té mirando la montaña se volvió de mis momentos favoritos.
¡Me gustan muchas cosas!
Actualmente estoy muy conectada a la escritura, en el proceso de escribir una novela. Además canto y toco la guitarra, y tengo mis propias canciones a las recurro cuando necesito volver a mi y encontrar paz.
Y no puedo negar que soy una capricorniana a la que le gusta mucho trabajar y más si es con un propósito.
Me motiva ser un agente de cambio, dar luz a quienes me rodean (y más allá también).